miércoles, 11 de abril de 2012

11 de abril.Día Mundial Enfermedad de Parkinson.

Como farmacéutica,es para mi un honor y una satisfacción el compromiso del Colegio de Farmacéuticos de Lugo,mi colegio,con la Asociación Lucense de la Enfermedad de Parkinson, para mejorar la salud de estos pacientes, contribuyendo así a la eficiencia del sistema sanitario, y participar en las actividades programadas en el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson,el miércoles 11 de abril.

La red de 182 farmacias de la provincia de Lugo y más de 21.000 farmacias en España son establecimientos sanitarios integrados en el Sistema Nacional de Salud,que permiten que por su proximidad y accesibilidad, más del 99% de la población disponga de una farmacia en el lugar donde vive, y que gracias a la planificación sanitaria permite que el medicamento llegue en condiciones de igualdad y calidad efectiva , a todos los ciudadanos 24 horas al día los 365 días del año.

Para los farmacéuticos, profesionales sanitarios, que proporcionamos información rigurosa, independiente y objetiva sobre el medicamento,nuestro objetivo prioritario es la atención integral al paciente, en torno al medicamento como bien sanitario, asegurando el uso correcto y eficente del mismo,así como la obtención de los mejores resultados en salud.

El paciente demanda nuevos servicios asistenciales en la farmacia en relación con el medicamento,que deben de ser atendidos con garantías de calidad y asegurando la sostenibilidad de la prestación farmacéutica.

Es esta una gran ocasión para incrementar la participación de las farmacias lucenses como espacios sanitarios en iniciativas de Salud Pública, tales como educación sanitaria,procurando la formación de los pacientes,mejorar el uso de los tratamientos y prevención de los problemas relacionados con los mismos,así como prevención de la enfermedad y promoción de la salud.

Hasta hace unos 30 años, la enfermedad de Parkinson se consideraba como una de las enfermedades degenerativas del sistema nervioso central de peor pronóstico, pero la reciente revolución farmacológica que se ha producido en este campo ha variado este concepto.

Es verdad que aún no existe un tratamiento farmacológico definitivo que cure la enfermedad, pero la terapia actual reduce al máximo los síntomas de la enfermedad y aumenta el tiempo en el que el paciente hace su vida normal, y por lo tanto aumenta la esperanza de vida.

El que esta enfermedad sea crónica hace que los pacientes tengan que cumplir con el tratamiento durante años, lo que dificulta la adherencia a los tratamientos.

Como en todas las enfermedades el medicamento más ineficaz es el que no se toma.

La falta de cumplimiento del tratamiento farmacológico es la principal causa de fracaso terapéutico.

También la frecuente aparición de efectos secundarios asociados a algunos medicamentos es una causa fundamental de abandono de la terapia,como pueden ser por ejemplo los de tipo digestivo, incluyendo alteraciones del sentido del gusto, que puede causar una pérdida de la adherencia del tratamiento.

No olvidemos que, muchos de los efectos adversos relacionados con la levodopa –piedra angular del tratamiento antiparkinsoniano – y otros fármacos utilizados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, pueden confundirse con manifestaciones propias de la enfermedad.

De ahí la importancia del farmacéutico y la oficina de farmacia.

La enfermedad de Parkinson es una patología que requiere un cuidadoso diagnóstico médico por parte del neurólogo, fundamental para establecer el tratamiento más adecuado.

Sin embargo, existe un determinado porcentaje de pacientes afectados que no han sido diagnosticados. En este sentido, la oficina de farmacia, un espacio sanitario por el que pasan diariamente en nuestro país unos dos millones de personas, puede resultar de gran relevancia en la detección de enfermos de Parkinson ocultos, con el objetivo de remitirlos hacia la consulta médica.

Una vez diagnosticado y establecido el tratamiento por el neurólogo, debe reforzarse la actitud del paciente para mantener la más estricta adherencia al tratamiento prescrito.

De nada sirve el mejor diagnóstico y la prescripción farmacológica más idónea, si el paciente no colabora cumpliendo estrictamente las indicaciones recibidas.

Por ello, es especialmente relevante reforzar desde la oficina de farmacia el comportamiento colaborador del paciente,haciendo seguimiento por el farmacéutico de la adherencia al tratamiento.

Me ilusiona enormemente esta posibilidad de colaboración y, confío en que será el inicio de un importante y positivo trabajo conjunto entre el Colegio de Farmacéuticos de Lugo y la Asociación de Enfermos de Parkinson lucense, para la mejora y el beneficio de la salud de los pacientes.Pacientes a los cuales los farmacéuticos podemos aportar nuestros conocimientos,pero sobre todo tenemos mucho que aprender mucho de ellos, destacando especialmente su capacidad de superación ante esta enfermedad.

Para terminar quisiera destacar el compromiso que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Lugo para colaborar con el resto de las asociaciones de pacientes de nuestra provincia.

Ana Prieto Nieto

Farmacéutica Comunitaria

Licenciada en Farmacia por la USC